Cómo nos gusta a las mujeres y cada vez más a los hombres el look esquimal... Esas pieles vaporosas que adquieren un aspecto inmejorable con el frío... Que gusto lo suaves y esponjosas que son...
Y es que el hombre desde que es hombre se ha vestido con pieles, tanto para resguardarse del frío como para marcar su rango o posición, o incluso como ritual o trofeo de caza... Da igual la cultura o época histórica, las pieles siempre han estado muy ligadas a la vestimenta del ser humano... Y sobre todo en la modernidad se han empleado como símbolo de lujo y sofisticación, el alto precio que suponía hacerse con un visón, una chinchilla o martas, ayudaron a esta clasificación de bien de lujo y debido a ello a que lo codiciarán las mujeres para aparentar cierto estatus social.
Pues bien queridos lectores, los tiempos avanzan y hoy en día gracias a los progresos de la industria textil se pueden obtener pieles sintéticas de inigualable similitud a las codiciadas pieles animales. Tanto es así que los grandes diseñadores de vanguardia se han subido al tren de lo sintético y en sus colecciones de invierno en un alarde de maestría inmejorable nos han presentado piezas únicas que ni un experto podría diferenciar a simple vista si se trata de un tejido sintético o animal.
Y habla una que cuenta en su fondo de armario, como muchas otras, con alguna que otra estola de zorro o chaquetón de visón aun por remodelar heredado del alguna tía, abuela o incluso hermana...
Pero sinceramente hoy en día, si alguna se encapricha con una pieza de visón o chinchilla que lo piense dos veces, por que, que necesidad hay de causar sufrimiento a un animal teniendo a nuestro alrededor una alta gama de productos sintéticos de grandísima calidad, o incluso, tiendas vintage o de segunda mano si nos hemos emperrado con que lo queremos 100% de animal...
Pieles sí, pero de manera consciente...
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